Sábado 28 de diciembre de 2013
Ha llegado el día. Hoy hemos disfrutado de la tercera edición de la Subida a Orozketa, la carrera heredera en espíritu y fechas de la mítica Bajada al Txitxarro que se celebró desde 1983 hasta 2005 y que suponía la fiesta de fin de curso para los ciclistas profesionales vascos.
Fue a partir de las 13,30 horas, tras haber realizado un entrenamiento de unos 90 kilómetros, cuando un nutrido grupo de corredores tome la salida con el objetivo de coronar en primera posición la cima de esta corta pero exigente ascensión y lo hicieron desde la Taberna El Altar de Santapolonia (Iurreta), organizadora de un acto que también cuenta con la colaboración de ciclistas como Koldo Fernández de Larrea y Beñat Intxausti, un hombre que emana pasión por la bicicleta como es Antton Ormaetxea y la web www.elpedaldefrodo.com.
El propio Koldo nos señalaba que “este año es un poco más tarde que los dos anteriores pero no queríamos que se nos pasase el invierno sin poder hacerla. Nos juntaremos la gente que solemos entrenar juntos y disfrutaremos de un buen día y de una comida. En definitiva trataremos de pasar un buen día, que es de lo que se trata.”
En los anteriores días ya os avanzábamos los nombres de doce participantes: los ya mencionados Koldo y Beñat, Igor Antón, David López, Amets Txurruka, Iker Camaño, Rubén Pérez, Mikel Landa, Jonathan Castroviejo, Pello Bilbao, Egoitz García y su primo Mikel Bizkarra. Y a ellos se sumó la asistencia de los también profesionales Ricardo García, Jon Aberasturi y Haritz Orbe y los juveniles -a cuatro días de convertirse en amateurs- Txomin Juaristi y Iosu Angoitia (hijo de Sabino y habitual de la prueba). Además tomó la salida Bracco, copropietario de El Altar de Santapolonia y que salió, después de haberse sometido a un exigente plan de entrenamientos y con la ventaja de conocer a la perfección la subida, con el objetivo de no desentonar e incluso de dar la campanada ante lo mejorcito del ciclismo en Euskadi.
Para rematar la jornada festiva, y después de una buena ducha, los corredores se han reunido en torno a una mesa para degustar una paella y despedir a un 2013 que no ha sido excesivamente bondadoso para el ciclismo vasco con la desaparición de Euskaltel. Y precisamente ese fue otro de los momentos, aunque en este caso muy nostálgico, de la Subida a Orozketa: ver por última vez el color naranja de Euskaltel en las carreteras gracias a la presencia de seis corredores que han formado parte de él durante este 2013.